- ¿Hola que tal soy el narrador, esta ocupado?

- No por favor, pase, pase... que sería de mi sin usted. eee disculpe el desorden, vera usted, no sabía que vendría...

- Aja, claro... No. Mire le cuento, la verdad que vine para saber que le andaba pasando.

- No, no, no a mi nada ¿por qué lo dice? (...) ¿No andará pensando en meterme de nuevo en uno de esos líos, no?

- (...)

- Por que no le dice al otro, que está ahí a mi ya hace tres cuentos que me viene utilizando, ya estoy cansado, no puede ser, la vida de un personaje es un sacrificio constante. Ya me hizo morir dos veces, me hizo cornudo, me hizo sadomasoquista.

- Pues, verá... ¿quería más bien consultarlo un poco a usted, sobre que tenía ganas de hacer?

- (...)

- No sé... Muchas veces siento que en mi énfasis de contar cosas me olvido de usted, de que usted quiere decir algo, y yo vió soy medio jetón y lo cayo con un accidente en circunvalación.