16.7.05

Sobre esto tan loco que se llama nacer (2da parte)
(o un ensayo de como no hacerse cargo) (o sobre por que la culpa y otras cosas) (o sobre como cobrar ganas de matar a alguien) (o sobre como poner muchos parentesis antes de empezar un texto)

Para ver la primera parte haga click acá
Si usted no quiere leer esto y encambió le interesa la fisica cuántica haga click aquí, perdón perdón aquí, no la puta como es que no me sale, arriba me salió, bueno sino quiere leerlo no lea.

Volvamos a otros seres tan raros como el Jesús: los papis. Desde que uno nace los tiene que escuchar todo lo que hicieron para que uno llegue: que agrandar la casa, que tienen fotos de uno que llevan en la billetera, que son lo más importante que tienen en la vida, y nosotros ni bien nacidito tenemos que hacernos cargo de todas estas responsabilidades, de todas esas expectativas que se tejen entorno a nosotros. Por suerte aclaran que todo eso lo hicieron por amor, no por nada que se parezca a un interés.

Algo interesante sobre los padres es escucharlo cuando nos educan en forma indirecta, hay dos variables. La primera es cuando le hablan a un tercero y dicen por que yo “todo el sacrificio que hago por mis hijos, bla, bla”, y esto parece real, de no ser que se esconde en una máxima, y es que los hijos venimos a cumplir parte del sueño de nuestros padres, les importa un carajo quienes seamos nosotros en particular, incluso antes de nacer nosotros, ellos ya tenían el sueño de casarse, tener hijos, tener una casa, etc; y el “sacrificio” que hacen, no lo hacen por nosotros sino por sus sueño. Por que dicho así “me sacrifico por mis hijos” pareciera que a los tipos les agarro un ataque de bondad y quisieron ser generosos y sacrificarse por buena gente y que lo hacen porque nosotros les caemos bien. No, error, lo hacen porque sienten que somos su pertenencia, esa cosa que va a hacer las cosas mejores que ellos, porque ellos no pudieron hacer lo que querían y tuvieron que hacer lo que sus padres querían. A saber padres, el hecho de que hayamos sido hechos por ustedes no les da ningún derecho sobre nuestras decisiones. La otra forma de educación indirecta es cuando hablan de un tercero y ponen de manifiesto lo que no quieren que hagan sus hijos “ay que mal Diego que fuma, pero eso es culpa de los padres que tiene”, y si bien uno fumaría siente que si fuma convertiría a los padres en malos padres, y uno los quiere y ahí interviene la puta culpa cristiana, y no lo hace para no hacerles mal.

Otra idea relacionada con la culpa y aunque creo que ya paso esa época son esas madres que cuando uno se equivoca y se hace mal a uno mismo tiene que hacerce responsable del dolor ajeno que causó, “como me hiciste esto a mi andresito, yo que te crié con tanto amor”, “pero mamá al que lo hecharon del colegio es a mi, yo voy a sufrir las consecuencias de eso” IMPORTANTISIMO: nunca se puede sufrir más que una madre, ellas siempre sufren más que nosotros. Ahora no sé como es el mecanismo pero se ve que sigue funcionando de alguna forma porque seguimos teniendo miedo a hacerles mal a nuestros padres por nuestras acciones. Bueno entonces la libertad que creíamos que teníamos en un principio que nos daban nuestros padres se atan a lo que nuestra culpa nos deje, y la culpa de desobedecer el mandato familiar es tan fuerte que aunque uno lo desobedezca a conciencia de que no hace nada malo, igual se pone mal.

Pero el tema con los papis no termina acá, encima uno carga con las propias represiones de ellos “no como voy a hacer eso, que sentiría mi hijo si su madre hace topless, y para reafirmar utilizan a la primera que se le cruce como ejemplo mira los hijos de la Graciela Alfano vos te crees que son felices con la madre que tienen”, claro si, si, como si con hacer topless o no, nos harían felices, “hace lo que quieras”, “no pero imaginate lo que dirian tus amigos…”. En fin…. no solo que nos heredan sus represiones, nos llenas de culpas cada vez que queremos hacer nuestras vidas, cargamos con el hecho de que dediquen sus vidas a nosotros, sino que a todo esto hay que agregarle que somos responsables de sus propias represiones.

Pero a tranquilizarse hay una solución: tenga un hijo, úselo de excusa de motivo de vida, motivo que sus padres le quitaron a usted desde el momento en que lo confundieron con toda la maraña de culpas, reponsabilidades y la mara enconche, saque sus represiones y métalas a su hijo, y comparta con el sus miedos y culpas. Ahora usted es padre dedíquese a eso.

(quítese los problemas de la cabeza, póngalos en la de su hijo)

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